Historia Del Arte II

ARTE PERSA



Antecedentes geográficos, históricos y culturales.

La Antigua Persia ocupaba aproximadamente el territorio del actual Irán. Limitaba al norte con el Mar Caspio, Armenia y Rusia, al este con Afganistán, al sur con el Golfo Pérsico y al oeste con Irak. Inicialmente, los pueblos persas se asientan en el actual Irán, entre Mesopotamia y el valle del Indo.

Allí establecen sus principales ciudades en Persépolis, Susa y Pasargada.





ARQUITECTURA PERSA

El primer momento de esplendor de la arquitectura persa tiene lugar durante la dinastía Aqueménida, cuyo reinado se extiende aproximadamente desde el 560 al 330 a.C. La capital de Ciro el Grande. Incluyen dos palacios, un recinto sagrado, una ciudadela, una torre y la Tumba de Ciro, un pequeño mausoleo de piedra, en forma de cilindro y Tejado a dos aguas, colocado sobre una plataforma escalonada.

Su arquitectura tiene mucho parecido con la arquitectura mesopotámica. Los primeros ejemplos fue el: Tepe Ali Kosh,Tepeguran, Ganj Dareh Tepe.











COLUMAS:
Capitel aquemenida en piedra negra con forma de doble toro. Se destaca el uso de la columna tauriforme, la basa era campaniforme, el fuste estriado.




Escultura Persa
Destacan las del palacio de Susa, decorado con relieves en piedra al estilo de los de Persépolis y con páneles de ladrillo vidriado azul, verde, blanco y amarillo en los que las figuras son soldados, toros alados, esfinges y grifos.






PINTURA PERSA
 Arqueros de Susa
Resalta la pintura al fresco y los manuscritos miniados. Un ejemplo de su pintura es  el célebre friso de los arqueros (de ladrillo esmaltado y de relieve) hallado en las ruinas del palacio de Susa. Los persas se destacan por el uso de tabique esmaltado.




Literatura de Persa
Escribieron en su propio idioma y en árabe, predominando el primero en los círculos literarios. Poetas como Saadi, Hafiz, Rumi y Omar Jayyam son bien conocidos en todo el mundo y han influenciado la literatura de varios países.



El Avesta

El Avesta es una colección de textos sagrados de la antigua Persia, pertenecientes a la religión zoroastriana y redactadas en avéstico. Traducción francesa del Avesta por Ignacio Pietraszewski. Berlín, 1858. El Avesta conservado hasta nuestros días es una colección de textos  litúrgicos que constituye el corazón de la liturgia, escrita en una lengua más antigua que el resto del Avesta. Estas partes son los gathas (cantos), en un tipo de versificación similar a la de los himnos védicos, y el Yasna Haptanhaiti, escrito en la misma lengua, pero en prosa.






ARTE EGIPCIO



Arte Egipcio
La civilización egipcia nace en torno al Nilo y gracias a él. Los primeros egipcios llegaron a divinizar el río. Tras los primeros poblamientos neolíticos en el valle, se convirtieron en una sociedad autárquica que duró más de tres mil años. Para organizar tantísimo tiempo, la civilización egipcia tiene las siguientes divisiones:

1. · Época Tinita: 3000-2778 con capital en Tinis
2. · Imperio Antiguo: 2778-2263 con capital en Memphis
3. · Primer período intermedio: 2263-2160
4. · Imperio Medio: 2160-1785 con capital en Tebas
5. · Segundo período intermedio:1785-1580
6. · Imperio Nuevo: 1580-1085: con capital en Tebas
7. · Época baja: 1085-333: introducción de dinastías persas
8. · Época copta bajo el dominio griego y romano después.

No puede explicarse el arte egipcio si antes no entendemos su pensamiento, su visión cosmológica del mundo, su religión y sus actividades económicas primero.







El pensamiento egipcio

Egipto es una civilización fluvial de base agraria. Viven gracias a un río alóctono que con sus crecidas periódicas fertiliza un desierto. Por eso la influencia de la economía agraria lo impregna todo: de ese mundo agrario nace la geometría, la medida, el catastro y el arte: la arquitectura en planos cuadrangulares, capiteles con hojas, pinturas con plantas y flores.
De ella extraen la matemática pero también la visión ordenada del mundo, todos sus dioses y hasta el poder político. El egipcio tenía una visión cíclica del tiempo (al igual que las crecidas del Nilo) y sus dioses mueren y resucitan constantemente (mito de Osiris). Esta visión cíclica forja la idea de estatismo terrestre, de que nada cambia, y esta idea a su vez forja la idea de perfección, serenidad y armonía de lo terrestre: eternidad=perfección. Ante esto el papel del hombre es muy conservador debido a esa concepción del mundo como algo perfecto.

Hubo una ordenación del mundo a partir de un caos (por los dioses) y esa construcción es perfecta. Por eso las aguas del Nilo llegan puntuales todos los años. Tal perfección hay que
conservarla tal y como nos fue dada por los dioses y conservar se convierte en una constante: conservar el cuerpo, conservar el arte, perdurabilidad, eternidad.
El encargado de conservar ese orden es el Faraón, una figura política que nace de la necesidad de coordinar los trabajos agrícolas: construcción de canales de riego y de drenaje, coordinación entre la cuenca alto, media y baja, etc., y que llegó a ser tan vital para los egipcios que lo divinizaron en vida. A nivel de estado, el faraón debe conservar el orden divino reuniendo al Alto y al Bajo Nilo. Cuando el orden se rompe, el pueblo echará la culpa al Faraón. Se paraleliza Estado y mundo Por otra parte la egipcia fue siempre una civilización aislada por un desierto hacia el Este, Oeste y Sur. Por eso fueron muy poco atacados pero tampoco sufren la evolución lógica de una cultura relacionada. Este aislamiento produce orgullo. Su país era el centro del mundo y el egipcio era el hombre por excelencia. En cuanto a su religión, el cielo no es diferente a la Tierra porque la ésta ya es perfecta. Al cielo se va con apariencia física y se vive igual que en la Tierra, por eso hay que conservar el cuerpo que será el soporte físico del alma en el cielo. Además en la tumba se pintan escenas de la vida del difunto en la Tierra y se le dejan objetos, riquezas, instrumentos y adornos para su vida eterna. La base de esta religión no es el dogma. No existe ningún libro de dogma. La religión son los ritos, los cultos las fórmulas y de eso sí que hay, muchas fórmulas para presentarse ante los dioses. Sin embargo es toda una actitud social: los dioses disponen de sus destinos (juicio de Osiris) pero esto no era más que un fenómeno social por el que intentaban no sucumbir ante el caos. Por eso el pueblo egipcio ha sido el más religiosos de la historia, la religión era la vida. 








Principales características del arte egipcio
  • Invariable. Debido a su situación geográfica, el arte egipcio permanece cerrado e impermeable a la influencia de otras culturas, sin apenas evolucionar en 3000 años exceptuando el periodo más naturalista durante el reinado del faraón Akenatón.
     
  • Duradero. La creencia en la vida más allá de la muerte, lleva a querer conservar el cuerpo y las posesiones del difunto para la eternidad y se prefieren los materiales duraderos como la piedra.
     
  • Oficial. Los artistas están al servicio del poder absoluto de los faraones, los sacerdotes y otros miembros de clase elevada. No tienen autonomía.
     
  • Estandarizado. Los artistas están sometidos a unas normas de representación inalterables dando lugar a un arte monótono, repetitivo y falto de originalidad.
     
  • Cánones idealizados. En la pintura y la escultura egipcia la iconografía está supeditada a la representación de ideas como en los jeroglíficos siendo excepcionales las formas naturalistas.
     
  • Religioso. Además de estar determinado por las creencias religiosas, el arte egipcio tiene un carácter mágico y simbólico.
     
  • Áulico. Se exalta a través del arte la grandeza del faraón y de su reino.
     
  • Gigantismo. Para demostrar el poder del faraón se emprenden obras monumentales tan ambiciosas como las grandes pirámides y esfinge de Guiza. 









Arquitectura Egipcia
Es lógico pensar que en una civilización donde se le concede tantísima importancia a la muerte-vida, el edificio principal debería ser la tumba. En ellas se aprecia una evolución desde la mastaba simple hasta la pirámide o el hipogeo. Las mastabas son las más antiguas. En su interior hay un pozo que se ciega y sobre el que se construye un edificio casi macizo con forma de paralelepípedo con alguna habitación adornada con relieves. Las más importante son las de Sakkara.



Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada, como la de Zoser, faraón de la Tercera Dinastía y residente también en Sakkara, el cual contrató los servicios de Inhotep para realizar su tumba, algo que iba a convertirse en una costumbre: el faraón moraría para siempre en su tumba-casa eterna.


Por evolución de ésta viene la pirámide equilátera clásica en la Cuarta Dinastía, las pirámides de Guizah, cerca de Menphis, entre las que sobresalen las de Keops, Kefrén y Micerino. La de Keops, que es la más grande, tiene 160 metros de altura, está orientada en sus cuatro puntos y es todo un ejemplo de precisión matemática. Las pirámides estaban recubiertas en su superficie con placas de alabastro y en su interior hay varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca (todas las cámaras funerarias fueron saqueadas antes del nacimiento de Cristo y las otras eran provisionales y falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedra. Todas estas pirámides tenían un templo exterior situado cerca del río (para aportar vida a la muerte) y comunicado con ellas por una avenida. Por ejemplo el templo de la pirámide de Kefrén es la esfinge de Guizah (Gizeh).


Más tarde, en el Imperio Nuevo se abandona la pirámide y aparece la costumbre de enterrar a los faraones en complejos que son mezcla de tumbas y de templos, con una parte  excavada en la roca y que es la tumba y otra parte exterior con pórticos arquitrabados y salas con pilares. En griego se conocen a estos complejos funerarios como Hipogeos. Los corredores y cámaras se decoran con relieves pintados que repiten hasta la saciedad las fórmulas del libro de los muertos. Todo egipcio quería residir en su muerte cerca del Nilo y por eso los Hipogeos más importantes están en el Valle de los Reyes, frente a Tebas: Ramses, Seti, Tutmosis, Tutankamón, Ramses IX, Amenofis III, Nefertiti, Hatshepsut, etc. Todas estas tumbas fueron saqueadas excepto la de Tutankamón. 


Cámara mortuoria de Tutankamón


El otro edificio importante es el templo. Nace como una copia en piedra de lo que antes se hacía en madera y los más antiguos son el de Zoser, dedicado a Ra en Abusir. Pero el Templo clásico, con todos sus elementos nace en el Imperio Nuevo: a él se accede mediante una avenida de las esfinges, lacual conduce a los pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos que flanquean una puerta también trapezoidal (idea de solidez y perdurabilidad). Delante de estos pílonos solía haber obeliscos o estatuas sedentes del Faraón. Al entrar al Templo accedemos a la sala Hípetra, una sala abierta con columnas alrededor donde se aprecia la visión cósmica de este edificio, las columnas sostienen el cielo y lo unen a la Tierra. Después se accede a unas salas cubiertas y sostenidas por columnas que se llaman en griego Hipóstilas. Más adentro todavía estaba el Ken Shekem o altar donde se situaba la imagen del Dios al que se dedicaba el templo y en los lados los Adytom o estancias de los sacerdotes. El acceso al templo era jerárquico, cada clase social podía entrar sólo hasta un lugar determinado. Este es el esquema de un templo sencillo pero algunos continuaban indefinidamente añadiendo elementos como el de Karnak en Tebas, un templo de un kilómetro de longitud y medio de anchura. En este templo dedicado a Amón colaboraron casi todos los faraones del Imperio Nuevo añadiendo cada uno un elemento más. Las columnas son papiriformes y almiformes.

Karnak
Unido al de Karnak por una avenida de esfinges está el templo de Luxor, construido también por varios faraones y con características semejantes. 


Pero a partir de aquí la tipología de templo se amplía. Surgen los Speos o templo excavado en la roca con elementos funerarios. Se dan en el Imperio Nuevo y constan de un enorme pílono tallado en una ladera y con columnas o gigantescas esculturas en su frente, las cuales dan acceso a la sala hipóstila excavada en la roca. Entre todos ellos destaca el de Abu Simbel.

Abul Simbel





Escultura Egipcia
El escultor en Egipto era un personaje de segunda categoría (no así el arquitecto) por dedicarse a una actividad manual y es siempre un personaje anónimo y sin iniciativa creadora. Existían unas fórmulas que el artista debía acatar. La escultura en Egipto está tan supeditada a la religión como la arquitectura y todas sus obras tienen un carácter utilitario, una finalidad no estética, la belleza de las mismas es algo secundario. La escultura egipcia es hierática, ceremoniosa, solemne. Las figuras humanas respetan excesivamente las reglas de la etiqueta oficial. Siempre se les representa de frente por respeto (frontalismo para dignificar)si se trata de bulto redondo y con la cabeza de perfil si es relieve. Las de bulto redondo padecen rigidez, estatismo, idealización, sin movimiento, sin ningún sentimentalismo, sin pasión. Los brazos están pegados al cuerpo (escultura bloque por razones técnicas y para perdurar, solidez), sólamente hay unos ojos artificiales de pasta vítrea para acentuar la profundidad de su mirada. Se realizan en caliza, madera policromada y las más importantes en granito y basalto. En cuanto al relieve suele ser un relieve bajo y policromado que se consigue reuniendo el contorno de la figura (hueco relieve). No se realiza ningún efecto de perspectiva, todas las figuras son del mismo tamaño excepto las del faraón para subrayar su poder. Se utiliza la técnica completiva: partes de frente como el busto y los ojos y partes de perfil como la cabeza, las piernas y los pies. Las composiciones son siempre simétricas y perfectamente ordenadas simbólicamente. Los temas van desde las escenas cotidianas y los trabajos agrícolas hasta las grandes azañas de los faraones, siempre contadas seleccionando los principales momentos y secuenciándolos en una hilera horizontal, uno detrás del otro. Se procura no dejar ningún espacio vacío (horro vacui).
De entre los ejemplos más importantes destacan las esculturas de Rahotep y su esposa Nefret, del Imperio Antiguo y realizadas en piedra calcárea pintada, las de algunos otros faraones como Kefrén o Micerino, la de algunos escribas como el que se conserva en el museo del Louvre, datado en la V Dinastía y de sólo 53 cms de altura.






Pintura Egipcia
La pintura tiene un valor secundario en el arte egipcio. Se emplea como acabado en la escultura, para decorar paredes de adobe en construcciones menos relevantes y en papiros. Ligada a la escritura jeroglífica, comparte las mismas convenciones de representación que el bajorrelieve:
  • Sin fondo. La superficie es un plano imaginario neutro.
  • Sin perspectiva.
  • Lectura en filas horizontales o verticales.
  • Escala jerarquizada de las figuras dentro de la composición.
  • No existe el punto de vista único. Las imágenes son diagramas compuestos con las partes más expresivas de las figuras. Por ejemplo, una figura humana se representa con las piernas y la cabeza de perfil, pero con un ojo, una ceja y el torso frontal.
Característico de la pintura egipcia es la importancia de la línea por encima del color, una paleta de colores planos -sin degradar ni efectos de claroscuro- reducida (negro, blanco, azul, amarillo y verde) y sin mezclas.









LITERATURA EGIPCIA
La literatura religiosa de Egipto antiguo incluye los himnos a los dioses, los textos mitológicos y mágicos, y una colección extensa de textos mortuorios. La gama de la literatura secular incluye historias; literatura instructiva, conocida como textos de la sabiduría; poemas; textos biográficos e históricos; y tratados científicos, incluyendo los textos matemáticos y médicos. Son notables también los muchos textos legales, administrativos, y económicos. 


Estracto de la historia de Sinuhé



Historia del arte: Arte clásico (Grecia y Roma).

En la historia del arte occidental, el arte clásico por definición es el arte griego que floreció hacia el siglo V antes de nuestra era, bajo la sombra del estadista Pericles. Un siglo después, mientras duró el imperio de Alejandro Magno, se llevó a cabo una fusión del arte griego y la cultura oriental y surgió el arte del helenismo. Finalmente, desde el siglo II de nuestra era los romanos se apropiaron de las formas artísticas griegas y del helenismo y mediante el arte romano les imprimieron un aire imperial.
Los valores del arte clásico del pasado se han reconocido durante más de 2000 años como fundamento de la tradición artística europea y de sus herederos culturales, como son México y el resto de América.



Arte Prehelénico
La dispersa geografía de Grecia, repartida entre el sur de la península Balcánica, la costa jonia del Asia Menor y el intermedio archipiélago del mar Egeo, cuya salida cierra la isla de Creta. Hace  muy complejo el análisis lineal de su desarrollo artístico, así como de su fijación de sus orígenes. Sin embargo desde que el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann buscando la máscara de Agamenón descubre la necrópolis de Micenas y más tarde el arqueólogo inglés Arthur Evans escavó en 1900 el palacio de Cnosos en Creta. Se acepta que la civilización creto-micénica (Egeos o prehelénicos) fue la primera etapa de la cultura helénica. Este periodo comprende desde finales del tercer milenio hasta el siglo Xll A.D.C. Dos grandes civilizaciones se desarrollaron en esta época: la primera ubicada principalmente en la isla de Creta, llamada Cretense o “Minoica” en honor del legendario rey Minos y la segunda la “Micénica” por Micenas, la ciudad del también legendario Agamenón, rey de los aqueos y héroe de la guerra de Troya.



Arte Minoico. La civilización desarrollada en la isla de Creta fue bautizada por Sir Arthur Evans, descubridor del palacio de Cnosos como “Minoica”, en honor al legendario rey Minos.
La civilización minoica se desarrolló entre la última fase del Neolítico (2900 a.c.) hasta finales de la edad de bronce (1200 a.c.); un pueblo dinámico e inteligente que logró alcanzar un nivel de vida asombroso. Eran amantes del color, del movimiento y del mundo natural que los rodeaba. “…Con su profunda alegría y expresividad, no parece que se toparan con grandes problemas o sufrimientos… fundaron colonias en Oriente y Occidente, haciendo reinar lo que ha dado en llamarse “la Pax Minoica.


Los factores específicos que hacen especial la cultura minoica fueron:

1.- La Pax Minoica: La paz puede ser la característica más peculiar de este pueblo, aparentemente los minoicos desconocían las guerras por lo cual no consideraban necesario protegerse de amenazas internas o externas.
Los minoicos no fueron un pueblo belicoso, con ansias de conquista y expansión imperialista, ni siquiera se tiene noticias de la existencia de un ejército. Aunque crearon colonias a las orillas del mar Egeo y Mediterráneo, su dominio del mar lo hicieron de manera absolutamente pacífica y con fines comerciales. Esta paz los condujo a la no protección de sus asentamientos, lo que se demuestra de las excavaciones realizadas en Creta, donde no aparecen murallas ni fortificaciones que defendieran los palacios, ni siquiera aparecen rastros arqueológicos de armas. Este estado idílico se refleja en su arte fresco y alegre.

2.- Una poderosa flota comercial, no militar, como ya se indicó; la isla de Creta se halla situada en una situación privilegiada, entre las islas Cicladas, la Grecia continental y Egipto. Esta ubicación fue determinante para que mirara siempre al mar, sus naves llegaron hasta las costas de Sicilia y Cerdeña por un extremo y hasta Palestina por el otro, abriendo nuevas rutas comerciales para intercambiar sus productos: aceite de oliva, vino y azafrán a cambio de metales y piedras preciosas. La talasocracia minoica, una hegemonía económica y política sobre el mar estaba basada en el comercio y va a permitir el engrandecimiento de Creta y la edificación de fastuosos palacios.

3.- El papel político de la mujer, considerada como un ciudadano de pleno derecho e igual al hombre. En efecto, los hechos de ser una divinidad femenina “La diosa de las serpientes” la deidad más importante, la existencia en los palacios de áreas residenciales independientes para la reina y las abundantes representaciones de la figura femenina en la iconografía minoica hacen presumir que disfrutaba de un poder político real; incluso varios historiadores hablan de la posible existencia de una sociedad matriarcal.


4.- La inexistencia de un sistema clerical, por lo que no construyeron templos importantes para la adoración de sus dioses, sino al contrario, sus ritos se realizaban en parajes naturales, especialmente en las cuevas de la región, que se encontraban semi-enterradas, posteriormente los santuarios son traslados a los grandes palacios. No obstante predominaba el aspecto laico de los mismos.


Características del Arte Minoico.

- Es un arte eminentemente profano, no existe arquitectura religiosa.
- Es un arte con mucho colorido, alegre y dinámico, acorde con el carácter del pueblo minoico pacifico y libre.
- Eminentemente naturalista, los minoicos amantes de la naturaleza se complacen en plasmar la flora y la fauna. Destacan los paisajes marinos con delfines, pulpos, peces, etc.
- Arte aristocrático, ligado a los palacios.
- En la pintura se utilizan colores uniformes y de gama reducida.
- Se estiliza la figura humana.
- No existe la escultura monumental, los minoicos sólo realizaban pequeñas figurillas, en las cuales destacaban la figura de la diosa de las serpientes y el toro, como principios de la fecundidad y de la fertilidad masculina. Tenían una destreza absoluta para plasmar escenas en miniatura en objetos de poco tamaño, como los sellos. 




ARQUITECTURA


Es importante resaltar que los cretenses no se molestaron en la creación de una arquitectura religiosa y en consecuencia no erigieron templos para la adoración de sus dioses, esto quizás por la falta de un sistema clerical organizado. Este es un factor que lo distingue de casi todas las culturas.
Los minoicos realizaban sus ritos religiosos en parajes naturales, especialmente cuevas semienterradas y posteriormente dentro de los palacios civiles.

Palacio de Cnosos



Los Palacios.- cumplían múltiples funciones: centro de gobierno, santuarios, espacios para el almacenamiento y residencia dinástica.
Hoy en día solo se conservan restos de los palacios de Cnosos, Faistos, Malia y Hagia, todos de la Época Palacial Reciente o Minoico Reciente. En efecto, los anteriores palacios minoicos fueron arrasados, posiblemente por algún terremoto y sobre sus cimientos se construyeron éstos que se distinguen por su lujo y extensión.



Pórtico Norte del palacios de Cnosos, en Creta


Las características básicas de los palacios cretenses son:

- No son fortificados, son erigidos en colinas de suave relieve y con fácil acceso a las vías de comunicación. Característica está muy vinculada a la “Pax Minoica”.
- Urbanismo escalonado y adaptado al paisaje.
- Todos contaban con un patio central alrededor del cual se ubican las múltiples habitaciones las cuales se iban construyendo de manera progresiva a medida que se iban necesitando.
- Uso de las llamadas “columnas invertidas”, porque su parte más ancha es la superior.
- Colorido abundante de los elementos arquitectónicos, columnas rojas o azules con capiteles contrastantes y una riquísima decoración con murales.



Salón del trono, palacio de Cnosos

El palacio de Cnosos.
Arthur Evans, al descubrir las ruinas del palacio en el año 1900, lo identificó con la residencia del mítico rey Minos y el lugar donde fue construido el legendario laberinto donde se encerró al Minotauro, gracias a la multiplicidad de habitaciones y recovecos que contiene.
El palacio ubicado en Creta era el centro de la vida política, administrativa, económica y religiosa de la ciudad. El primer palacio fue erigido en el año 2000 a,C. y destruido posiblemente por un terremoto; las ruinas que conocemos hoy en día corresponde al año 1600 a.C.
Su ubicación estratégica le permitía comunicarse rápidamente con el interior de la isla y además contaba con tres puertos cercanos que facilitaban el comercio marino. No existían murallas que lo protegiesen, sino que estaba rodeado de jardines, campos de olivos y ríos, por lo cual se le conocía como la “Ciudad de los árboles”.
El palacio tiene 17.000 m2 y más de 1500 habitaciones con puertas y ventanas que aseguraban frescura los días de verano y calor en el invierno. Igualmente contaba con un sistema de drenaje de aguas negras e incluso las habitaciones principales tenían retretes.
Un rasgo característico son sus columnas más anchas en la parte alta que en la base, motivo por el cual se ha llamado a este estilo “Columna invertida”. El palacio está decorado con magníficos frescos de estuco que representan escenas de la vida cretense: procesiones, sacrificios, danzas, luchas con toros, etc.


Megaron de la reina

ESCULTURA.

Los escultores minoicos no se dedican a la gran escultura, sino que prefieren realizar pequeñas estatuillas de personas o de animales, en oro, marfil, bronce o barro cocido.
Igualmente sobresalieron en el trabajo de las miniaturas de los sellos grabados, que se utilizaban, entre otros fines como garantía de propiedad al ser estampados sobre los objetos o como amuletos. Se usaban colgados de un collar y se realizaban en madera, marfil y metales especialmente oro. Lo más destacables es el gusto por el detalle y el movimiento. Su tamaño era de aproximadamente 3 cm.
Del primer período Prepalacial se tienen escasas muestras de escultura, apenas se han encontrado en las ruinas restos de algunas figurillas humanas que podrían representar a personas de ambos sexos. En el segundo período se han encontrado figuras masculinas desnudas con un ancho cinturón y una daga, así como figuras femeninas vistiendo el tradicional vestido cretense de faldas acampanadas y corpiños ajustados. Igualmente se han encontrado representaciones de animales.
En el período Minoico Reciente o Palacial Reciente, la escultura muestra gran avance técnico. Se realizan figuras de acróbatas y animales como el toro o Minotauro. Igualmente se representa con prodigalidad la imagen de la “Diosa de las serpientes”, una divinidad tutelar que representa la gran diosa madre, la fuerza fértil de la tierra. Ella aparece con los pechos descubiertos, símbolo de la fertilidad y viste las típicas faldas minoicas de volantes acampanados y un corpiño ajustado, sostiene dos serpientes y lleva un gato o pantera en la cabeza. Estas figurillas son de pequeño tamaño y sin pretensión de monumentalidad, no obstante se caracterizan por su originalidad y vitalidad.

Diosa de las serpientes
 
Copa de libaciones en forma de toro



PINTURA.

La pintura antes del período Palacial Reciente sólo puede ser apreciada a través de las muestras de las cerámicas.

En los dos períodos palaciales se desarrolló la pintura al fresco, los muros de los palacios y de las casas estaban recubiertos de escenas de alegre colorido, no obstante sólo se conservan los frescos en estuco de los palacios correspondientes al Minoico Reciente, los más importantes son los encontrados en las ruinas del Palacio de Cnosos.
Damas azules, fresco en el palacio de Cnosos


Fresco la procesión

La paleta de colores era gama reducida, pero sumamente vivaz, la cual se aplicaba en forma plana y uniforme. Los temas más frecuentes eran escenas de ceremonias religiosas como las procesiones u ofrendas, además se han encontrado múltiples frescos inspirados en la naturaleza, como paisajes con vegetación y animales en movimiento, en el denominado “galope minoico” en el cual el animal aparece corriendo por los aires. Este galope volador es una muestra clara del dinamismo y alegría de la pintura minoica.


Salto del toro
Las figuras humanas aparecen estilizadas y se representan principalmente a mujeres con el típico vestido de volantes y corpiños ajustados con los senos al aire y jóvenes atletas de piel roja Las formas, colores y movimiento de la pintura Minoica sorprenden al espectador en especial si las comparamos con otras muestras pictóricas de culturas paralelas mucho más rígidas y estereotipadas .No conocían la perspectiva por lo que la pintura era totalmente plana y sin volumen.

Fresco de la parisina


Príncipe del tocado de plumas


Los pugilistas

CERÁMICA.
La cerámica minoica resulta una herramienta muy útil para determinar referidos periodos de la civilización minoica, gracias a las características que presenta cada estilo.
Época Prepalacial o Minoico antiguo.  Surgen variados estilos de acuerdo a la región como el Pyrgos, una cerámica oscura estampada con líneas, el Hagios de fondo claro con líneas de color ocre o rojas, la cerámica Vasiliki, moteada con efectos vidriados con la cual se realizaban principalmente jarras picudas en forma de teteras y el estilo Kumasa con diseños rojos o negros sobre fondo claro, las formas eran muy variadas e incluso se han encontrado vasos con forma de animales y una en forma de mujer embarazada cuyos senos hacían de pico vertedor, un claro símbolo de la fertilidad.



Época Palacial antigua o Minoico Medio. Surge el estilo Kamares, por el nombre de la gruta donde se encontraron las primeras piezas. La cerámica trabajada en tornos tiene un acabado más fino y uniforme. Eran policromas, sobre los fondos oscuros negros o azules aparecieron en colores blancos, rojos, naranjas o amarillos diseños naturalistas de peces, calamares, pájaros y flores. Estos diseños eran repetitivos y simétricos. Incluso aparecen incluso algunas decoradas con relieves.

Época Palacial reciente o Minoico reciente.  Esta es la época de oro de la cultura Minoica y las piezas eran ampliamente exportadas a través del Mediterráneo por lo que se han encontrado vestigios en Chipre, Egipto y Mecenas. Surge el estilo Marino, los alfareros a la hora de decorar sus piezas se inspiran en la flora y fauna marina, sobre un fondo de rocas y algas se dibujan criaturas marinas como pulpos, peces y delfines. La forma de los jarrones es más alargada y elegante y suelen adornarse con líneas ondulantes en relieves.

ORFEBRERÍA.
Los cretenses trabajaron el cobre, el bronce, el oro y la plata entre otros metales, creando joyas preciosísimas tales como collares, cadenas, horquillas para el pelo y diademas que adornaban con piedras preciosas. La orfebrería cretense alcanzó un nivel sorprendente habida cuenta de que las joyas adornaban tanto a hombres como mujeres, y muchas de estas piezas han sido encontradas no solo en las excavaciones de Creta, sino en Egipto, Siria y en las demás islas griegas, ya que posiblemente eran intercambiadas por otros productos.
Su afición por los adornos lleva muy pronto a los cretenses a emplear piedras semipreciosas y perlas, aunque la gran mayoría utilizaban pasta de vidrio, que resultaba mucho más barata y cuya técnica la habían aprendido de Egipto
Es muy conocida una joya del período Palacial antiguo, encontrada en las ruinas de Mallia; se trata de dos abejas de oro colocadas simétricamente una a cada lado de un panal donde dejan caer su gota de miel.


Sello minoico



TESEO Y EL MINOTAURO.

Minos, rey de Creta recibió del dios Poseidón un hermoso toro blanco con la finalidad de ser sacrificado en su honor, pero el rey decidió quedárselo y ofreció otro animal en su lugar.
Poseidón enfurecido hace que Pasifae, esposa de Minos se enamore del toro blanco. Desde entonces Pasifae representa los vicios sexuales. Ella convence a Dédalo, ingenioso arquitecto que fabrique una vaca de madera en la cual pueda esconderse para retozar con el animal. De esta unión nació el Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que se alimentaba de carne humana.
Minos ordena a Dédalo que construya un laberinto para encerrar al Minotauro. Dédalo se convierte así en el primer arquitecto de la historia. Posteriormente, Minos lo encierra junto con su hijo Icaro en una torre para que no divulguen la salida del laberinto. El ingenioso Dédalo fabrica unas alas gigantes con plumas pegadas con cera y ambos huyen volando, no obstante Ícaro imprudentemente se acerca demasiado al sol y el calor derrite la cera, cayendo al mar y ahogándose.
Androgeo, hijo de Minos y Pasifae es asesinado en Atenas y su padre castiga a los atenienses con la obligación de mandar todos los años, a la isla de Creta siete jóvenes y siete doncellas como ofrenda al Minotauro.
Teseo, hijo de Egeo, rey de Atenas se ofrece voluntariamente como víctima con la finalidad de matar al monstruo y liberar a su pueblo. Su padre le pide que una vez terminada la misión, izara velas blancas en señal del regreso triunfal.
La fama y el valor del joven príncipe habían llegado a los oídos de Ariadna, princesa cretense, hija de Minos, quien enamorada le obsequia una espada mágica y un ovillo de hilo que debía atar en la entrada del laberinto para que lo guiase de vuelta. A cambio le solicita que una vez muerto el Minotauro, se la lleve con él y la despose.
Efectivamente, Teseo cumple con las instrucciones de Ariadna y luego de una feroz lucha acaba con el Minotauro. De este mito se origina la tauromaquia o salto del toro, una costumbre cretense, que consiste en que jóvenes atletas salten por encima del animal. Es ampliamente representado en el arte y se cree que podría ser un rito iniciativo a la edad adulta.
 




Arte y cultura micénica en la antigüedad
Los aqueos penetran en la Grecia continental hacia el año 2000 a.C., eran originarios de los Balcanes. Aparte de Micenas, los aqueos construyeron otros asentamientos, que demuestran igualmente la maestría tecnológica de esos constructores como las ciudadelas de Pilos y Tirinto

El arte micénico surgió alrededor del año 1400 A.C (II milenio A.C). Su periodo de apogeo señala aproximadamente el periodo entre 1550 a 1200 A. C. en la Grecia continental. El desarrollo de esta cultura en la edad de bronce en la península griega sucedió cronológicamente a la antigua cultura minoica de Creta.  El arte Micénico comparado con el arte minoico, era de naturaleza bastante solemne. Estas dos culturas formaron la base del arte griego que surgió después y por eso es necesario estudiarlas  para comprender mejor el periodo arcaico  del arte griego posteriormente. Aunque las culturas micénica y griega eran dos entidades separadas; ocuparon las mismas tierras sucesivamente. La cultura griega aprendió algunas cosas de esta cultura, incluyendo cómo construir puertas y tumbas.
La cultura Micenas  tenía una sociedad jerarquizada con la figura del rey como máximo exponente del poder así como del  control político y económico. Los Micenas o aqueos como ellos se denominaban a sí mismos eran un pueblo fundamentalmente guerrero por lo que desarrollaron gran especialización y técnicas en la elaboración de armas, flechas, la espada larga y la armadura con laminas de metal y cascos de dientes de jabalí (poseían estos gran fortaleza y durabilidad ya que estaban destinados a la protección personal). Se dedicaban a la agricultura y la ganadería por lo que se asentaban en zonas fértiles las que defendían con preponderante belicosidad. Sus ciudades entre las que sobresalen Tirinto, Argos y Micenas (que es quien da nombre a esta cultura) estaban muy bien protegidas por inmensas murallas de piedra.

Reconstrucción artística de la ciudad de Micenas


La Arquitectura en la Cultura de Micenas.
Las ciudades micénicas habitualmente de situaban en lo alto de las colinas rodeadas por murallas desde donde podían ser defendidas mejor en caso de ataque, por supuesto debían también tener acceso a fuentes de agua lo que les proporcionaba un medio de subsistencia indispensable. Muchas de estas ciudades estaban muy cercas del mar donde desarrollaban sus importantes actividades comerciales.
De la construcción de enormes fortalezas de piedras en las arquitectura micénica se han preservado algunas ruinas que muestran como estas piedras  se ponían una sobre otras sin necesidad de argamasa se tallaban hasta conseguir la forma deseada y se colocaban después cuidadosamente una sobre otra y encajaban tan perfectamente que es difícil introducir siquiera un objeto por delgado que sea entre las juntas. Crearon con este método elementos arquitectónicos enormes. Sus tumbas ciclópeas de mampostería y “Colmena” constituyen un verdadero monumento a la labor y tenacidad constructiva que esta antigua civilización dejo para la posteridad.

Murallas de Micenas
Las construcciones civiles micénicas entre las que se encuentran los palacios poseían una planta cuadrangular generalmente orientada hacia el este por donde salía el sol. En la cultura micénica los palacios constituyen las propias ciudades totalmente amuralladas en función de patios que conducen al edificio principal: El Megarón. Esta estancia era a la ves lugar de ofrendas y salón del trono. El Megarón presenta una estructura similar y esta dividida en tres ambientes:
  • Un pórtico con dos columnas del tipo cretense.
  • Un vestíbulo.
  • Una sala regia con cuatro columnas que protegen un hogar central. (Un área separada de la zona de vivienda pero dentro de la muralla en forma de explanada para el refugio de los campesinos en caso de guerra).

Palacio de Micenas

Numerosas otras estancias suplían las necesidades de los habitantes del palacio desde el rey hasta la servidumbre con algunas diferencias entre ellas en cuanto a dimensiones, calidad del acabado en las paredes y vanos. Grandes puertas protegían las entradas concebidas para ser impenetrables en caso de ataque. De los micénicos aprendieron los griegos posteriormente a construir solidas puertas aunque ellos por supuesto mejoran el acabado y proporción de las mismas en relación a las dimensiones del edificio.

Puerta de los leones en Micenas

Detalle de la puerta de los leones

Los palacios contaban con distintas estancias entre las que cuentan las destinadas al culto religioso, a representaciones para entretenimiento así como otras de suma importancia destinadas para la realización de actividades económicas y políticas que garantizaban la subsistencia de sus habitantes y consolidaba el poder del soberano el cual es reverenciado en el salón del trono. Entre estas habitaciones destinadas a lo económico están los talleres y  almacenes a los que se accedía por intrincados laberintos de pasillos, estas habitaciones hechas de mampostería eran más simples sin decoración predominando el concepto práctico de su función.
Las paredes de las habitaciones principales destinadas a vivienda y celebraciones se construían de mampostería también sobre la que se colocaba estuco que era la base perfecta para la decoración con pinturas en las que predominaban los motivos con animales y plantas generalmente dispuestos en forma de cuadricula.
En los palacios micénicos se observa preocupación por la relación entre la longitud y el ancho de cada una de las partes de estos edificios, por lo que puede decirse que hay ya una harmoniosa expresión arquitectónica acorde con los principios constructivos que fueron la base de lo que sería después la proporcionada y equilibrada arquitectura griega.
Las construcciones donde vivía la población campesina en Micenas no se han conservado ninguna por lo que se supone que fueron hechas con materiales perecederos y de poca calidad en las que vivían numerosas personas pero sin separación de paredes internas que delimitaba estancias como dentro de los palacios. Se colocaban escasas ventanas o vanos y una única entrada también orientada hacia el este.

 Construcciones  funerarias Micénicas.

Destacan tres tipos fundamentales en la construcción de estas edificaciones funerarias las cuales son también jerarquizadas como lo es la sociedad para los vivos.
1-      Tumbas de foso o de pozo. Tumbas familiares agrupadas en círculos en la zona exterior de la ciudad. Eran pozos de cinco metros de profundidad cubiertos por paredes de piedras y sellados por vigas y cubierta de ramajes y barro.
2-      Tumbas de cámara y Tholoi. Primero con planta rectangular y luego redondas a las que se accedía por los dromos (pasillos) y cubiertas por el Tholos (cúpula).
3-      Tumbas de cámara sencillas. Túmulos de piedra excavados en terreno blando para usarlos en enterramientos múltiples.
Círculo de tumbas de Micenas
Entrada al tesoro de Atreo


Máscara mortuoria de Agamenón

Cerámica y escultura Micénicas.

La historia y  leyendas del pueblo micénico forman parte de los escritos que dejara el poeta griego Homero (h. 750 a.C.) Se convirtió en la cultura dominante de la isla y su influencia; se patentiza en todas las manifestaciones artísticas. Asimilaron elementos de la  cultura precedente (Menoica) especialmente en la parte artesanal donde elementos naturalistas con flores propios de los minoicos se observan en la primera etapa.
Se supone que cemitas etruscos trabajaron para los micenas dejando su impronta hasta que estos últimos (que fueron ceramistas y orfebres impresionantes), desarrollaron una cerámica de tipo funcional; bellamente decorada con motivos geométricos.

Este estilo lo aplicaron también en la  elaboración de bellos objetos de uso personal entre los que se destacan las joyas.. Utilizaron  ampliamente el oro por el que tenían especial predilección y alcanzaron  un alto grado de maestría en el uso de las técnicas para elaborar los diferentes objetos hechos en metal como el repujado, el burilado o el nielado (incrustaciones de un metal sobre otro).
Se han encontrado restos de utensilios micénicos en Atenas, Pilos, Chipre y Esparta, comprobándose la existencia de una civilización micénica extendida por todo el mar Egeo.
Escena de guerra en una vasija

Estatuilla de terracota

Expresión en el rostro, escultura hayada en Micenas

 
Tríada dvina, representan a las diosas Demeter y Perséfone y al dios Lacco o Triptólemo, todos vinculados con la agricultura y fertilidad de los campos.

La Pintura Micénica.

 Los fragmentos de pinturas micénicas encontrados en Tirinto y en Pilos, en Grecia, representan lo que se presume fueron impresionantes  murales tanto micénicos como minoicos; no eran frescos  como tradicionalmente se conocen, pero al igual que los murales egipcios se hacían aplicando pintura sobre yeso.
Las técnicas pictóricas y métodos de los cretenses se continúan adoptándolos en sus realizaciones. Los colores se extraían de los minerales encontrados localmente por lo que las tonalidades logradas con ellos son fundamentalmente el azul, el rojo, el amarillo y el negro. Estos colores se aplicaban cuando el estuco aplicado sobre las paredes estaba todavía húmedo por lo que los artistas debían proceder apresuradamente y con precisión aunándose para la tarea varios de ellos a la vez.
Los temas de los murales micénicos incluyen escenas cotidianas y representaciones de escenas bélicas y de cacería así como alusión a la naturaleza. Como se observa en algunas de sus pinturas utilizaban una perspectiva forzada y las figuras son estereotipos que no guardan un orden espacial. No obstante esta pintura posee dinamismo; sobre todo en las escenas que cuentan sobre feroces enfrentamientos bélicos, las escenas de cacería, pájaros levantando el vuelo o animales atacando o siendo perseguidos.
Mujeres en procesión ricamente ataviadas y engalanadas nos dan una idea de la indumentaria de la época como se muestra en la fotografía. Estas pinturas están realizadas en el estilo minoico que heredaron los micénicos. Líneas oscuras rojas y negras daban los detalles ulteriores al dibujo perfilándolo y ocultando los defectos.
La mayoría de los murales encontrados corresponden a las ciudades de Micenas, Tinto, Pilos, Orcomeno y Tebas. Muchas de estas pinturas se hicieron para los palacios reales y sirvieron muy bien como propaganda al poder de los reyes aunque la aristocracia colocaba las mismas en sus propiedades como símbolo de estatus también no solo con propósitos decorativos.

Fresco de espada
Los guerreros de Pilos

Dama oferente, fresco encontrado en la ciudad de Tirinto


Orfebrería micénica.
La orfebrería da idea de lujo y riqueza de los pueblos. Tanto los Minoicos como los Micénicos demostraron gran originalidad y calidad en el tallado de los metales, especialmente el oro con el cual realizaron espectaculares joyas. Las piezas encontradas en las tumbas aqueas tales como coronas, collares y brazaletes datan aproximadamente del año 1500 a.C. y estaban decorabas muchas de ellas con motivos minoicos.
Igualmente se han encontrado vasos y armas de bronce martillado y las famosas mascaras funerarias que plasmaban los rasgos fisiológicos del difunto, pero con una rudeza propia de una caricatura.
Los artesanos solían realizar incrustaciones con metales preciosos como el oro y la plata para decorar las espadas y puñales con escenas de lucha o cacería.

Joyería Micénica

Espada Micénica
 
Sello micénico

La civilización micénica se derrumbó alrededor del año 1100 a. C. Su final marcó el fin de la edad de bronce en Grecia. Le siguió un período de cien a ciento cincuenta años denominado «época oscura», de la que se conoce muy poco.






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